literature

Dusk Shine en busca de la Felicidad -Capitulo 12

Deviation Actions

BigSnusnu's avatar
By
Published:
10.1K Views

Literature Text

Capítulo 12 – El club del desayuno

Era una calurosa mañana, el sol había salido hace muy poco pero el pueblo de Ponyville ya tenía mucho movimiento, mucho más del acostumbrado, algo normal pensando en que ese sería el último día antes que esa noche se celebrara la velada para esperar la Celebración del Sol de Verano, y ya que el pequeño pueblo de Ponyville había sido escogido como sede principal del evento, la gran mayoría de los ponies del pueblo estaban de una u otra forma relacionados con alguna tarea para preparar la celebración y todos ellos querían que la celebración dirigida por la mismísima Princesa Celestia saliera perfecta en aquel humilde pueblo, por lo mismo ya todos comenzaban a correr y a trabajar en sus respectivas labores. Pese a eso, una de las ponies que transitaba por el pueblo era una de las pocas que había dejado momentáneamente la labor que le había sido encargada para la celebración y se dirigía a tomar un pequeño descanso antes de continuar trabajando para ello, era una tímida pegaso amarilla que había quedado de juntarse con algunas de sus amigas aquella mañana. Era Fluttershy, que luego de haberse levantado temprano para alimentar a los pequeños animalitos del bosque, se había dirigido al pueblo para desayunar con sus amigas, tal como hacían una vez a la semana.

“Es muy temprano, pero todos se ven muy animados desde ya para la celebración de esta noche.” Pensó Fluttershy mirando a los demás ponies, quienes como la mayoría de las veces pasaban a su lado sin notar su tímida presencia.

Fluttershy siguió caminando hasta que desde lejos vislumbró el lugar de reunión, el Café de Ponyville, una enorme y adornada casa de dos pisos con un letrero con un trébol dibujado en él, además el Café resaltaba porque afuera de él habían muchas mesas en forma de setas.

“Supongo que el orden de llegada será el mismo de siempre.” Pensó Fluttershy, sonriendo tímidamente. “De seguro ella ya estará allí.”

Y su premonición no falló, ya que en una de las pocas mesas ocupadas se encontraba una de sus amigas, la más puntual de todas, una yegua de piel naranja y melena rubia cubierta por un sombrero vaquero.

“¡Buenos días Applejack!” Saludó Fluttershy sonriendo, dejando de lado un poco su timidez natural ya que ahora ella hablaba con una querida amiga. “Como siempre eres la primera en llegar, espero no haberte hecho esperar.”

“Para nada.” Respondió Applejack sonriendo. “Tú eres la puntual, yo llegué un poco antes, es solo que siempre me levanto antes del amanecer para trabajar, por lo que no me cuesta tanto llegar temprano a una reunión, a diferencia de nuestras otras amigas.”

“Hehe, supongo que tienes razón.” Se rio tímidamente Fluttershy, pensando en que tenía razón, ya que ellas dos siempre eran las dos primeras en llegar cuando todas se reunían, sin embargo, si todo se daba como normalmente se daba, la siguiente de sus amigas estaría pronto de llegar.

Nuevamente, cumpliendo con lo pensado por Fluttershy, unos brincos se comenzaron a escuchar, los brincos de una yegua que siempre aparecía sorpresivamente cuando dos o más de sus amigas se juntaban, como si tuviera una alarma que le avisara que alguien se estaba preparando para una fiesta, reunión u otro evento.

Los brincos se escucharon más cerca, haciendo que Fluttershy y Applejack giraran sus cabezas en dirección del sonido para ver a su amiga rosada que se acercaba hacia ellas, entonces la yegua rosada se detuvo frente a ellas y antes de decir nada lanzó un montón de confeti.

“¡Wiii…! ¡Hola Applejack! ¡Hola Fluttershy!” Dijo la yegua rosada con gran alegría. “¡Muy buenos días!”

“Buenos Días Pinkie Pie.” Saludó Fluttershy a su extrovertida amiga, sacándose el confeti que le había caído en la melena.

“Buenas.” Saludó también Applejack, haciendo lo mismo que Fluttershy. “Parece que hoy estás muy feliz, más que de costumbre, y eso es mucho decir.” Terminó de hablar Applejack, notando la gran sonrisa de Pinkie Pie.

“¡Así es!” Dijo Pinkie Pie alegremente, saltando en un asiento para quedar sentada al igual que lo estaban sus amigas. “Es solo que estuve un poco enferma hace algunos días, ¡Pero afortunadamente alcancé a recuperarme totalmente para la celebración de hoy!”

“¿¡Estuviste enferma!? ¿Por qué no nos avisaste?” Preguntó Fluttershy preocupada.

“Por eso mismo.” Contesto Pinkie Pie cerrando un ojo y sacando la legua juguetonamente mientras apuntaba a Fluttershy. “No quería que se preocuparan, no era nada grave, además… tuve todo los cuidados que necesitaba…” Terminó de decir Pinkie Pie, mirando hacia abajo y cambiando su sonrisa por una más tierna.

Aquel gesto no pasó inadvertido para Applejack, quien se dispuso a preguntarle a Pinkie Pie acerca de esa sonrisa, pero fue interrumpida por un largo zumbido que se escuchó a lo lejos y se acercaba hacia ellas, un zumbido que conocía muy bien. Applejack giró su cabeza hacia el otro lado para ver un rayo arcoíris que bajaba del cielo y se dirigía a toda velocidad hasta donde estaban ellas.

“Como siempre, es la más rápida pero siempre llega tarde…” Sonrió Applejack al ver que el rayo arcoíris disminuía su velocidad hasta detenerse por completo justo frente a ella, dejando ver a la pegaso cian dueña de esa melena arcoíris. “Buenos días Rainbow Dash.”

“¡Phew…! Buenos días.” Dijo Rainbow Dash algo cansada, luego mirando hacia las otras dos yeguas sentadas en la mesa. “Oh… No me digan que otra vez fui la última en llegar.”

“¡Claro que no Dashie!” Dijo Pinkie Pie sonriendo. “Aún falta Rarity.”

Y como si hubiera sido necesario que se hubiera anunciado su nombre para hacer acto de presencia, la unicornio de blanco pelaje cruzó una esquina y se aproximó hasta el Café, a reunirse con sus cuatro amigas.

“Siento la demora.” Dijo Rarity cortésmente, acercándose hasta la mesa. “Es solo que no sabía que sombra de ojos usar para un día tan especial como hoy, finalmente opté por usar un atrevido tono más oscuro, ¿Qué les parece?” Terminó de decir Rarity, cerrando sus ojos y acercando su rostro para que sus amigas vieran la sombra con la que había pintado sus párpados.

Todas se acercaron a ver y pusieron cara de confusión, pensando en lo mismo, a todas les parecía que era exactamente el mismo color celeste que Rarity siempre usaba, eso era lo que todas pensaban pero obviamente no podían decir, así que Pinkie Pie, Applejack y Rainbow Dash se giraron a ver a Fluttershy, la voz de la bondad, para que hablara por todas.

“Es muy lindo, ¡Te queda muy bien!” Sonrió Fluttershy tímidamente.

“Fufu, gracias querida.” Sonrió Rarity, agradeciendo que en todo aquel grupo de amigas estuviese Fluttershy, que al menos entendía algo de maquillaje y moda.

Así era para todas, todas sentían que de verdad eran amigas, lazos que forjaron por distintas situaciones y circunstancias, sin embargo también sabían que todas eran muy distintas entre sí: a Rarity le gustaba la moda y el glamour, con un carácter elegante y orgulloso; a Fluttershy le gustaba la música y los animales, con un carácter amable y tímido; a Applejack le gustaba el campo y el trabajo duro, con un carácter firme y protector; a Pinkie Pie le gustaba el bullicio y las fiestas, con un carácter alegre y extrovertido; y a Rainbow Dash le gustaban las bromas y la velocidad, con un carácter fuerte y egocéntrico. Todas ellas se querían entre sí, pero a veces les resultaba muy difícil ponerse de acuerdo en ciertas cosas debido a sus extremadamente distintos gustos y personalidades, por eso el desayuno una vez a la semana era el evento perfecto, algo que les gustaba a todas y que era la oportunidad perfecta para reunirse y platicar sin la necesidad de estar en algo o hablar de algo que no les gustara realmente.

“¿Y bien? ¿Ya ordenaron?” Preguntó Rarity mirando a las demás.

“Aún no, te estábamos esperando.” Le contestó Applejack, llamando al mesero para que tomara sus órdenes.

Una vez ordenaron, el mesero vino rápidamente con sus pedidos de desayuno, ya que como buen pueblo pequeño él ya conocía a sus clientes frecuentes y sabía de antemano qué pedirían cada una, pedidos tan distintos como las personalidades de ellas, el mesero llego con café para la sofisticada Rarity, avena para la animalista Fluttershy, un sándwich para la siempre veloz Rainbow Dash, dulces para la dulce Pinkie Pie y fruta para la campestre Applejack.

“¿Y qué cuentan de nuevo?” Preguntó Rainbw Dash, comiendo velozmente su sándwich. “¿Cómo vas con el banquete para la celebración?” Preguntó mirando a Applejack.

“¡Muy bien!” Respondió Applejack alegremente. “Estábamos algo atareados, incluso perdimos algunas manzanas por culpa de un par de golosos intrusos.” Tras decir eso último Applejack sonrió tiernamente al recordar. “Pero ahora llegaron muchos ponies de la familia Apple para la celebración, así que tenemos toda la ayuda necesaria, ¡Terminaremos a tiempo!”

“¿Y qué hay de ti? Se supone que eres la capitana del escuadrón del clima y el cielo sigue nublado” Agregó Applejack, mirando a Rainbow Dash y luego al cielo que tenía algunas nubes.

“¡Naa! No es nada de qué preocuparse, lo puedo limpiar yo misma en un par de segundos.” Dijo Rainbow Dash despreocupadamente. “Lo hubiera limpiado yo misma ayer, pero estuve ocupada con algunas tareas extras que me asignaron, quizás si no hubiera terminado en la cárcel me hubiera enfocado más en limpiar los cielos…” Dijo Rainbow Dash, cerrando sus ojos y abriendo uno levemente para ver de reojo la reacción de sus amigas ante su comentario.

“¿¡ESTUVISTE EN LA CARCEL!?” Preguntaron todas sorprendidas al unísono, exactamente el efecto que Rainbow Dash buscaba.

“Hehe, así es, soy una chica mala ¿Verdad?” Sonrió Rainbow Dash orgullosa injustificadamente. “No se preocupen, no fue por nada malo, solo fue un malentendido, pero… valió la pena…” Terminó de hablar Rainbow Dash, diciendo lo último muy bajo y algo sonrojada, algo que sorprendió aún más a sus amigas que el saber que ella había estado en la cárcel.

“¿Y qué hay de ti, Fluttershy?” Dijo rápidamente Rainbow Dash al darse cuenta que sus amigas la habían visto sonrojarse, queriendo cambiar de tema. “Tú estás encargada de la música de la celebración ¿Verdad?”

“Sí…” Respondió tímidamente Fluttershy. “Cuidar a todos los animalitos ocupa mucho de mi tiempo, por lo mismo aún me falta practicar un poco más con las pequeñas aves, pero creo que saldrá muy bien.”

“De verdad debe ser un trabajo muy pesado cuidar de todos esos animales.” Agregó Rarity, mirando cariñosamente a Futtershy. “Yo creo que no soportaría ni un día haciendo tu trabajo, querida, eres admirable.”

“Bueno… a mí me gusta hacerlo, y… hay otros ponies a los que también les gusta trabajar con animales…” Dijo Fluttershy tímidamente con una sonrisita, recordando a quién le había ayudado a cuidar a los animales hace algunos días atrás.

“¡A mí me gustan los animales! De hecho, si quieres puedes llevar algunos a la fiesta previa de la celebración.” Dijo Pinkie Pie alegremente.

“¡No! ¡Eso sería un desastre!” Dijo rápidamente Rarity con una cara de horror. “Yo sé que eres la encargada de la velada previa a la Celebración del Sol de Verano, pero eso no significa que debas hacer un desastre, recuerda que es una importante velada y que todas debemos estar presentables ante la princesa luego de la fiesta, para cuando ella levante el sol.” Terminó diciendo Rarity, arreglándose su melena.

“Y tú, reina del drama, ¿Cómo vas con los adornos para la celebración?” Agregó burlonamente Rainbow Dash al ver a su amiga arreglándose su siempre bien cuidada melena.

“Van bien, aunque no será lo que esperaba pero confío en que lograré hacer que el gran salón se vea espléndido ante la llegada de la princesa.” Dijo Rarity emocionada, luego repentinamente apretó sus labios y miró hacia sus amigas de un lado a otro, esperando que alguna preguntara algo.

Aquel gesto lo entendió rápidamente Applejack, experta en detectar expresiones y secretos, aquella era la expresión que Rarity ponía cuando tenía algún nuevo chisme y esperaba que alguien le preguntara para no quedar de chismosa.

“Así que… ¿Hay algo nuevo que contar?” Preguntó Applejack con una sonrisa de resignación, siguiéndole el juego.

“¡SÍ! ¡Sí hay algo que contar!” Dijo casi gritando Rarity, con una gran sonrisa. “¡Creo que estoy enamorada!”

Todas se quedaron calladas unos segundos, sorprendidas con la repentina alegría de Rarity, y se sorprendieron aún más al escuchar el por qué, ¿Ella estaba enamorada?

“¿Qué acaso no estabas saliendo con Caramel?” Preguntó Rainbow Dash confundida.

“¿Qué? ¡Claro que no! Solo tomamos un café, eso no significa que estemos saliendo, creí que te lo había dejado claro la última vez.” Dijo Rarity algo ofendida.

“Oh… Es solo que cuando hablas de cosas románticas o de con quién saliste, tiendo a divagar.” Dijo Rainbow Dash riéndose nerviosamente. “Y entonces… ¿Qué tiene este potro en particular del que te enamoraste?”

“¡No lo sé! ¡¡Y eso es lo mejor!!” Respondió Rarity totalmente emocionada. “Es la primera vez que siento algo así, él es torpe e infantil, ¡Pero cada vez que lo veo me siento muy feliz y mi corazón se acelera! Además es caballeroso y elegante, lo cual es muy bueno, pero no me gusta solo por eso, sino por lo que él es y cómo me hace sentir, ¡Oh, Celestia! ¡Me hace feliz solo recordarlo! Ayer fue un día mágico, estar con él todo el día y sentir como mi corazón se iba abriendo lentamente hasta que finalmente cayó rendido con un gran y cálido abrazo… Quisiera que todas ustedes pudieran sentir lo que yo…”

Ante las palabras de Rarity, todas dejaron de verla con cara incrédula y comenzaron a sorprenderse por la forma de hablar y comportarse de su amiga. Al principio todas pensaron que Rarity nuevamente les hablaría de otro de sus intentos de amor fallido, donde ella coqueteaba con algún potro, luego ella salía con él en alguna cita y finalmente ella lo dejaba con la excusa que no era el potro de sus sueños; sin embargo esta vez todas pudieron ver cómo Rarity parecía genuinamente emocionada al hablar de un potro, eso era algo que ninguna de ellas había visto en Rarity antes, por eso la sorpresa al darse cuenta que al parecer su amiga de verdad había caído flechada por primera vez.

“¡Oh! ¡Me alegra tanto verte tan feliz Rarity!” Dijo sinceramente Fluttershy, sonriéndole a su amiga.

“Gracias, querida.” Sonrió Rarity. “Ojala tú también pudieras encontrar un potro que te haga sentir tan feliz como yo me siento.”

Fluttershy miró la alegre sonrisa de Rarity, se sonrojó, miró hacia el piso y no pudo evitar hablar.

“Bueno…” Dijo tímidamente Fluttershy, sonrojándose. “No estoy segura… pero hay un potro…”

Todas se quedaron mirando a Fluttershy, aún más sorprendidas que cuando Rarity contó sobre su posible nuevo amor.

“¡Cuenta, cuenta!” Dijo Rarity totalmente emocionada ya que a ella le gustaba hablar sobre temas románticos pero normalmente a las demás no les gustaba hablar mucho de ello.

“Eh… El otro día conocí a un potro, él me ayudó con los animalitos del bosque…” Dijo tímidamente Fluttershy, aún sonrojada. “Él creyó que yo estaba en peligro y me protegió, además él es muy amable y tierno…” Fluttershy dijo esas palabras con un brillo en sus ojos, luego ella levantó la vista y vio que todas sus amigas la veían fijamente mientras sonreían.

“¡Ahh! ¡No me vean así!” Dijo Fluttershy completamente roja, tapando su rostro con sus cascos. A ella le alegraba poder expresar sus sentimientos frente a sus amigas, pero no le gustaba ser el centro de atención.

“Aww… Te ves tan tierna.” Dijo Rarity cariñosamente. “Parece que tú también has caído flechada por amor…”

“¡Yo también! ¡Yo también!” Dijo repentinamente Pinkie Pie, levantando su pata y haciendo que todas las miradas se centraran en ella. “¡Hace unos días también conocí a un potro! Él fue el más dulce y atento pony que he conocido, él fue quien me ayudo cuando estaba enferma, me cargó cuando me desmayé y me cuidó, ¡Además es muy chistoso! Él me hizo sentir extraña, me hizo sentir mariposas en el estómago, yo…” Pinkie Pie dejó de hablar con su acostumbrada alegría, y comenzó a ponerse un poco más seria, a sonrojarse y sonreír más tiernamente. “Yo… jamás me había sentido así…”

Nuevamente todas se quedaron sorprendidas, todas ellas habían visto sonreír a Pinkie Pie siempre, con cientos de sonrisas distintas, sin embargo jamás habían visto a Pinkie Pie sonreír de esa manera, menos aun cuando estaba acerca de un potro.

“Así que… ¿También estás enamorada?” Preguntó Applejack con una sonrisa, sin entender mucho del amor pero sintiéndose feliz por su amiga al verla tan feliz.

“¡Creo que sí!” Respondió sinceramente Pinkie Pie con una gran sonrisa.

“¿Y qué hay de ti, querida?” Dijo Rarity, mirando pícaramente a Applejack. “¿Hay algún potro que haya logrado conquistar ese indomable corazón?”

“¡Hmph! Claro que no, yo no creo en eso del amor a primera vista.” Respondió Applejack mirando hacia otro lado, luego ella recordó lo que había vivido con cierto potro hace algunos días y no pudo evitar sonrojarse, algo que no pasó inadvertido para sus amigas.

“Fufu, ¡Estás ocultando algo!” Dijo con una risita Rarity, disfrutando de toda aquella charla sobre amores y secretos.

Applejack miró a sus amigas e inconscientemente puso su mala cara de póker, mirando hacia otro lado y arrugando su nariz. Así se quedaron unos pocos segundos hasta que Applejack volvió a mirar a sus amigas, quienes seguían con sus miradas fijas en ella mientras sonreían, esperando a que ella hablara, finalmente Applejack soltó un gran suspiró y comenzó a hablar.

“Ahh… No sé qué quieren que les cuente, yo no me enamoro tan fácil.” Dijo Applejack algo nerviosa. “Pero… hace unos días también conocí a un potro… Él… intentó robarse unas manzanas, definitivamente era un potro torpe y descarado, pero también era sincero y trabajador, él quiso trabajar para pagar por las manzanas que se comió, aunque hizo un pésimo trabajo.” Ante ese último comentario Applejack no pudo evitar sonreír tiernamente al recordarlo.

“Él… también me hizo sentir extraña…” Agregó finalmente Applejack sonrojándose, antes de ver que todas sus amigas la veían, haciendo que volviera a ponerse a la defensiva. “¡P-Pero definitivamente no estoy diciendo que sea amor!” Terminó de decir Applejack, tartamudeando, aún sonrojada.

“Pero tampoco puedes estar segura que no es amor ¿Verdad?” Dijo Rarity riéndose entre dientes al ver lo nerviosa que se había puesta Applejack. “¡Aaah! ¡Me alegra tanto que todas nosotras comencemos a sentir al mismo tiempo la dicha de estar enamoradas!” Dijo Rarity feliz, mirando a sus amigas y deteniéndose sorpresivamente en Rainbow Dash.

Rarity se quedó mirando fijamente a Rainbow Dash con cara de póker por varios segundos hasta que finalmente habló.

“¿Y qué tal está el clima, Rainbow Dash?” Dijo Rarity con una sonrisa nerviosa, intentando cambiar de tema.

“Está bien, está- ¡Espera un segundo!” Dijo Rainbow Dash molesta. “¿¡Por qué le preguntaste a todas si estaban enamoradas menos a mí!?”

“¿¡Eh!?” Respondió Rarity sorprendida. “Bueno querida, es que pensé que esas cosas no te interesaban.”

“¡Pues claro que no me interesan!” Respondió Rainbow Dash, cruzándose de patas y mirando hacia otro lado.

Todas se quedaron mirando confundidas a Rainbow Dash, que aún seguía mirando molesta hacia otro lado.

“Aunque…” Agregó repentinamente Rainbow Dash cuando todas casi daban por terminado el tema, ella no había cambiado su postura ni hacia donde miraba, pero repentinamente se había sonrojado. “Si yo buscara enamorarme tendría que ser de un potro ‘cool’, alguien que pudiera impresionar a los demás, un potro chistoso y… que nunca me abandonara…”

Todas se quedaron mirando a Rainbow Dash con la boca abierta, ellas nunca habían visto actuar así a su amiga, y debían admitir que ver a su amiga intentando actuar de manera fría cuando en realidad estaba nerviosa y sonrojada, era muy tierno, ¡Rainbow Dash se veía tierna! Eso era algo que ninguna de ellas pensó ver nunca.

“¡Oh, por Celestia! ¡¡Tú también estás enamorada!!” Dijo casi en un grito Rarity, totalmente emocionada al ver que su amiga menos femenina actuaba por primera vez como una verdadera yegua. "¡Dime, dime, dime! ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿Cómo lo conociste?”

“¿Eh?” Dijo sorprendida Rainbow Dash al ver que todas la miraban, sonrojándose aún más. “Yo… yo no sé de lo que hablas, yo… yo solo dije… es que… Es solo que hace unos días conocí a un potro y él me pareció un chico genial, nos reímos mucho y la pasamos bien, ¡¡Pero eso es todo!!”

Rainbow Dash terminó de hablar en un grito, dando por finalizada la conversación, para todas menos para Rarity, que como nunca había disfrutado tanto tomar el desayuno con sus amigas.

“Jejeje, ¡No puedo creer que todas nos hayamos enamorado en la misma semana! ¡Debe ser el destino!” Dijo Rarity alegremente mientras no muy lejos de allí un potro morado caminaba velozmente hacia esa dirección.

“¡Deberíamos hacer una gran fiesta los diez para conocernos todos!” Dijo alegremente Pinkie Pie mientras el potro morado doblaba una última esquina y finalmente vislumbraba el Café en donde debía reunirse a tomar desayuno.

“¡Eso sería espléndido! Pero temo que me adelanté.” Dijo Rarity con una sonrisa mientras el potro morado se acercaba al Café y vislumbraba las figuras de cinco coloridas yeguas. “Yo ya invité a mi futuro amor a tomar desayuno con nosotras, espero que llegue pronto, quiero que lo conozcan, su nombre es-” Rarity no pudo terminar de hablar al ser interrumpida por una conocida voz masculina.

“Wow… No sabía que ustedes se conocían… ¡Esto es una enorme coincidencia!” Dijo el potro morado, también conocido como Dusk Shine, parándose enfrente de la mesa en la que estaban sentadas las yeguas, totalmente sorprendido al ver que las cinco yeguas con las que había entablado conversación y con las que quería hacerse amigo en la Celebración del Sol de Verano, estaban reunidas todas en un mismo lugar.

“¡HOLA DUSK!” Dijeron al unísono las cinco yeguas, con una sonrisa, levemente sonrojadas y estirando sus cascos en saludo, alegres al ver que justamente había llegado el potro del que cada una había estado hablando durante el desayuno.

En cuanto todas saludaron, todas se quedaron congeladas con sus sonrisas y sus cascos estirados mientras un sudor frio corría por el cuello de cada una. En seguida todas abrieron sus ojos y se miraron entre sí con caras de profunda preocupación, en cuanto lo hicieron todas lo entendieron, todo lo que habían dicho, todos los sentimientos expresados… ¡Todas habían estado hablando sin saberlo del mismo potro! ¡¡Todas habían caído enamoradas del mismo potro al mismo tiempo!!



Dusk se quedó mirando a las yeguas, que por alguna razón se habían quedado calladas y mirándose entre ellas, además él podía sentir cierta tensión en el aire, pero él no llegaba a comprender qué era lo que estaba causando tal tensión.

Luego de un incómodo silencio Dusk se dispuso a hablar nuevamente, pero entonces un súbito recuerdo se adueñó de él y su mente se fue de inmediato a otro asunto más importante. Desde que él había llegado a la biblioteca la noche anterior, Dusk había ordenado los libros que le había entregado Rarity, sin embargo uno le había llamado la atención, era una copia del libro que había dejado sin leer en Canterlot, aquel libro que hablaba sobre artículos mágicos perdidos y que la Princesa Celestia le había quitado cuando lo envió a Ponyville, fue así que aquella noche su impulso de fanático de la lectura se apoderó de él y Dusk continuó leyendo el libro exactamente donde se había quedado, en los llamados ‘Elementos de la Armonía’. Dusk pasó toda la noche leyendo, y mientras más leía más interesante y más importante le parecía toda aquella información, eso hasta que Spike le había quitado el libro y Dusk se dio cuenta que ya era de día y que él se había pasado toda la noche leyendo. Spike le ordenó que debían ir al desayuno con Rarity, algo que Dusk no quería hacer en ese momento, pues no quería dejar de leer el libro en un punto tan crucial, sin embargo, luego de la insistencia de Spike, Dusk decidió que debía cumplir y hacerle caso, mas le molestó que su pequeño hermano lo hubiera interrumpido en su lectura, así que en represalia él le ordenó a Spike que se quedara y siguiera ordenando la biblioteca, así fue como ambos se enojaron mutuamente y Dusk tuvo que ir hacia el Café dejando su lectura sin terminar, pero aún teniendo en mente que él debía volver rápido a la biblioteca y terminar el libro, pues justamente había llegado a una parte muy interesante, una parte en la que se mencionaba a un ser que él jamás había oído antes: Nightmare Moon.

“Rarity, yo… quería disculparme.” Dijo rápidamente Dusk. “Sé que te prometí que desayunaría contigo hoy pero hay algo sumamente importante que debo hacer en la biblioteca. Compraré algo para llevar y luego volveré rápidamente a la biblioteca, espero me perdones.”

Dusk terminó de hablar, pero no recibió ninguna respuesta, Rarity y las otras cuatro yeguas seguían sentadas sin moverse, mirándose la una a la otra.

“Eh… está bien… yo iré por el desayuno ahora.” Dijo Dusk algo confundido al no recibir respuesta, recordando que debía volver rápido a la biblioteca, así que dejó a las yeguas y entró directamente al salón del Café para pedir un desayuno para llevar.

En cuanto se fue Dusk, las cinco yeguas se quedaron mirando un rato más hasta que finalmente el silencio se rompió.

“U-Ustedes… Todas… ¿Todas estaban hablando de MI Dusk?” Dijo Rarity nerviosa y algo molesta.

“Espera un segundo, ¿Cómo que TU Dusk?” Dijo Rainbow Dash molesta.

“Oh, pero que no es obvio, ¡Yo lo vi primero!” Respondió Rarity molesta, apuntándose a sí misma.

“Eso es no es cierto, tú dijiste que lo conociste ayer, pero yo lo conocí hace dos días.” Dijo Pinkie Pie pensativa, recordando las palabras de Rarity.

“Pues yo lo conocí hace tres días.” Dijo Rainbow Dash apuntándose a ella misma.

“Eh… pues supongo que lo conozco de antes, yo lo conocí hace cuatro días…” Dijo Applejack, rascándose la cabeza.

“Yo… yo lo conocí hace cinco días…” Dijo tímidamente Fluttershy. Todas vieron a la frágil Fluttershy y vieron al rival más débil.

“¡Bah! Da igual quién lo haya visto primero, eso no influye en nada.” Dijo Rarity, mirando molesta hacia otro lado.

“Sí, quien lo haya visto primero no influye en nada.” Dijo Pinkie Pie, a lo que Rainbow Dash asintió sin decir nada.

La pobre Fluttershy pareció disgustada por un segundo, tomó aire y abrió su boca, dispuesta a discutir con sus amigas, pero en seguida la cerró y bajó su cabeza, apenada por no poder enfrentarse a sus amigas en una discusión.

“Esto no tiene sentido, ¡A ti ni siquiera te gusta, tú misma lo dijiste!” Discutió Rarity con Rainbow Dash.

“¡Ya lo sé! ¡Pero eso no significa que él sea tuyo!” Respondió Rainbow Dash sonrojada y molesta.

“Ya basta chicas.” Dijo Applejack golpeando la mesa para tranquilizar a sus amigas. “¿No creen que quizás las víctimas aquí somos nosotras? ¿Acaso no fue Dusk quien intentó seducirnos a todas? ¿Acaso no es todo esto culpa de él?”

“¡Por supuesto que no!” Reclamó Rarity. “Yo lo conozco mejor que tú, él es inocente y un caballero, él jamás haría algo como enamorar a yeguas solo por diversión.”

“Eso es verdad.” Agregó Pinkie Pie pensativamente. “Incluso creo que ni él mismo se ha dado cuenta de nuestros sentimientos…”

Applejack miró a sus amigas y luego bajó su vista mordiéndose el labio, ellas tenían razón, Dusk no tenía la apariencia ni la personalidad de ser un potro ‘playpony’, no tenía esa aura de seductor y conquistador, ella debía admitir que si Dusk había provocado todo esto, él lo había hecho sin intensión, y tal como decía Pinkie Pie, al parecer él no las veía a ellas en un sentido romántico, de lo contrario él hubiera reaccionado de otra forma al ver a sus ‘cinco conquistas’ juntas.

“¡Lo que deberían hacer es que él elija!” Dijo Rarity soberbia, arreglándose la melena. “Todas sabemos quién es la yegua más adecuada para Dusk.”

“¿Yo?” Dijo sonriendo Pinkie Pie.

“¡Claro que no! ¡Yo, por supuesto!” Dijo Rarity molesta.

“Lo que debemos hacer es alejarnos de él…” Dijo Applejack con poca determinación, pues ella sentía que realmente no quería hacer eso, pero ella odiaba más ver pelear a sus amigas.

“¡Solo dices eso porque sabes que eres la que tiene menos oportunidades con él!” Dijo Rarity molesta.

“Supongo que tienes razón…” Dijo Rainbow Dash, mirando de reojo a Applejack.

Applejack se sorprendió ante tal comentario, luego vio a Fluttershy y Pinkie Pie, quienes no quisieron verla a los ojos, ¿¡Acaso todas ellas pensaban lo mismo de ella!?

“¿¡Por qué todas creen eso!?” Gritó Applejack molesta.

“Bueno, es simple querida.” Dijo Rarity de forma soberbia. “Dusk viene de Canterlot, incluso conoce a la mismísima princesa…”

“¿¡Conoce a la princesa!?” Preguntaron al unísono sorprendidas Applejack, Fluttershy y Pinkie Pie.

“Sí, es su maestra de magia o algo así.” Respondió Rainbow Dash, orgullosa de saber algo de Dusk que las otras no sabían.

“Así es.” Tomó la palabra nuevamente Rarity, mirando a Applejack seriamente. “Por lo mismo, él es casi de la realeza, y sin ofender, querida, pero ¿Qué podría querer alguien de la realeza con una chica de campo como tú?”

Aquel comentario de Rarity obviamente molestó a Applejack, pero más le molestó la actitud de las demás, que se quedaron pensativas sin mirarla, como si todas estuvieran de acuerdo con el comentario de Rarity.

“¡Así que eso creen todas!” Gritó molesta Applejack, perdiendo su templanza. “Pues… ¡PUES NOSOTROS INCLUSO YA NOS BESAMOS!” Gritó Applejack sin pensar en lo que decía debido a la ira.

“¡¡¡QUÉ!!!” Gritaron Rarity, Rainbow Dash y Fluttershy, totalmente sorprendidas mientras Pinkie Pie solo puso una cara de póker y no dijo nada.

Luego de aquel exabrupto, la cabeza de Applejack se fue enfriando hasta que repentinamente se dio cuenta de lo que acababa de gritar.

“Bu… Bueno… Fue solo un beso accidental…” Dijo Applejack totalmente sonrojada.

“Esto no puede ser, ¿¡Cómo te atreviste a besar a MI Dusk!?” Gritó Rarity furiosa.

“Ya dije que fue un accidente.” Respondió Applejack molesta y apenada.

“Y ahí vas de nuevo, que él no es TU Dusk, entiende.” Dijo Rainbow Dash molesta mirando a Rarity.

“¿Dijeron mi nombre?” Dijo repentinamente Dusk Shine, que ya había terminado de comprar su desayuno para llevar y había vuelto hacia donde estaban las yeguas, sin haber escuchado nada de la terrible discusión que habían tenido, solo alcanzando a escuchar al final cuando Rainbow Dash mencionó su nombre.

En cuanto todas vieron que Dusk estaba allí, todas se sonrojaron y miraron hacia otro lado, a excepción de Pinkie Pie, que seguía con su cara de póker y se quedó viendo fijamente a Dusk.

“Escuchen, de verdad lamento no poder quedarme.” Dijo Dusk disculpándose. “Pero debo volver a la biblioteca, las veré esta noche en la celebración.”

Entonces Dusk se giró y comenzó a caminar nuevamente en dirección a la biblioteca. En cuanto lo hizo, Applejack enfrió totalmente su cabeza y miró seriamente a sus amigas.

“Escuchen…” Dijo Applejack con seriedad. “No podemos estar peleando por la atención de un potro, nosotras somos mejores que eso, nosotras somos amigas desde hace mucho tiempo, y a pesar que somos muy distintas siempre hemos seguido siendo amigas. De verdad lo lamento por Dusk, pero creo que si queremos salvar nuestra amistad, debemos dejar de verlo.”

Entonces Applejack estiró uno de sus cascos al centro de la mesa y miró afectuosamente a sus amigas.

“¿Qué dicen? Salvemos nuestra amistad, prometamos que no volveremos a ver a Dusk.” Dijo Applejack con una triste sonrisa.

Rarity miró con renuencia el casco de Applejack, sin embargo aquellas palabras de su amiga de verdad le llegaron al corazón, ella tenía razón, no podía dejar que un potro se interpusiera en su amistad, aunque le doliera el corazón dejarlo ir.

“Es… Está bien…” Dijo Rarity de mala gana, estirando también uno de sus cascos al centro de la mesa, tocando el de Applejack. “Si es lo mejor para todas, prometo que no me acercaré a Dusk.”

“Yo… yo también puedo hacerlo.” Dijo algo nerviosa Rainbow Dash, estirando también su casco. “Es decir, no es como si yo estuviera enamorada de él o algo así…”

“Yo también…” Dijo tímidamente Fluttershy, mirando cariñosamente a sus amigas y estirando su casco. “Nosotras somos amigas y no debemos pelear.”

Luego que todas juntaron sus cascos giraron su vista hacia donde estaba sentada Pinkie Pie, en donde para su sorpresa, solo vieron un asiento vacío.

“¿Dónde esta Pink-?” Se preguntó Applejack, que hubiera jurado que hace solo un segundo Pinkie Pie estaba sentada allí, sin poder terminar su frase ya que escuchó la voz de dicha pony a lo lejos.

“¡Espera, Dusk!” Dijo Pinkie Pie cerca de Dusk, quién aún no se había alejado mucho y aún estaba al alcance de la vista de las otras yeguas.

“¿Hmm? ¿Sucede algo?” Dijo Dusk, deteniéndose para hablar con Pinkie Pie.

“Solo quería agradecerte como es debido por cuidar de mí cuando estuve enferma.” Dijo Pinkie Pie con una sonrisa, parándose enfrente de él. “No pude hacerlo antes porque estaba enferma.”

“Oh, no hay de qué-” Dijo Dusk cerrando sus ojos sin darle importancia al asunto, hasta que su boca fue callada por un sorpresivo e intenso beso de Pinkie Pie.

No muy lejos de allí, las cuatro yeguas que aún estaban sentadas vieron como la yegua rosa besaba en la boca al sorprendido Dusk, todas con distintas reacciones: Applejack abrió la boca totalmente sorprendida, Fluttershy se sonrojó y se tapó la boca, Rainbow Dash levantó una ceja y los quedó mirando algo molesta, y Rarity con una expresión de terror como si el mudo se hubiera acabado.



El beso solo duró unos pocos segundos, por lo cual Dusk solo se quedó ahí congelado recibiendo el beso, con ojos totalmente abiertos debido al sorpresivo acto de Pinkie Pie.

Finalmente Pinkie Pie separó sus labios de los de Dusk y le sonrió.

“¡Gracias por cuidar de mí!” Dijo sonriente Pinkie Pie antes de dar sus característicos brincos y devolverse hasta donde estaban sus amigas.

En tanto, Dusk se quedó congelado donde estaba, totalmente sonrojado tras el beso.

“Dulce…” Susurró Dusk en cuanto quedó solo, tocándose los labios y sintiendo un sabor dulce en los labios y una cálida sensación en su interior. Aquel había sido un acto que había nublado por completo su mente, y ahora que había recuperado la razón él necesitaba buscar respuestas, ¿Acaso esa era la forma normal de Pinkie Pie de agradecerle a los ponies? ¿O ella lo había hecho solo por ser él? Dusk no lo sabía, pero con una pony tan particular como Pinkie Pie todo podía ser. Dusk finalmente dio un paso en dirección al Café, hacia donde había vuelto Pinkie Pie, para preguntarle por lo que acababa de suceder, sin embargo en el acto un pensamiento más persistente vino a su mente, él aún no había terminado de leer el libro que leía, necesitaba saber bien qué eran los Elementos de la Armonía y ver bien el peligro al que se referían, por lo que de inmediato sus dudas respecto al beso desaparecieron, se giró nuevamente como un robot y empezó a trotar en dirección hacia la biblioteca, totalmente enfocado en su nueva y más importante misión, después de todo un beso no era más importante que la seguridad de toda Equestria.

Por su parte, Pinkie Pie llegó sonriendo hasta donde estaban las demás.

“¿Sucede algo?” Preguntó Pinkie Pie con una sonrisa al darse cuenta que todas la miraban.

“La… La promesa que íbamos a hacer…” Dijo tímidamente Applejack, con un tono de preocupación.

“¿Qué promesa?” Dijo Pinkie Pie sin dejar de sonreír.

Applejack abrió la boca para contestar pero no dijo nada, ella estaba confundida por la actitud de Pinkie Pie, ella hubiera jurado que había visto a la pony rosa sentada cuando empezó a hablar de la promesa, pero con cada segundo que pasaba a ella le entraban más dudas… ¿De verdad Pinkie Pie no había escuchado nada de lo que ella había dicho? O acaso… ¿Podría ser que Pinkie Pie había escuchado y se había escapado, haciendo caso omiso de la promesa, para tomar ventaja con Dusk…? Applejack se quedó mirando fijamente a Pinkie Pie, que simplemente seguía sonriendo. Si hubiera sido cualquiera de sus otras amigas, Applejack hubiera sabido si mentían o no, pero con Pinkie Pie siempre le había resultado difícil saber lo que de verdad pensaba y pasaba por su alocada cabeza.

“¿Cuál promesa? ¿¡Cuál promesa!?” Gritó finalmente Rarity, dejando su estado de horror. “Te diré qué promesa, la promesa de no volver a ver a Dusk, ¡La promesa que antes de empezar tú rompiste!” Luego Rarity se calló unos segundos mientras su furia iba creciendo.

“¡TÚ!” Gritó aún más fuerte Rarity, apuntando a Pinkie Pie, y en seguida apuntó también a Applejack, manteniendo su mirada de furia. “¡Y tú también! Ambas se aprovecharon de mi dulce e inocente Dusk y le robaron un beso, ¡No dejaré que ninguna de ustedes tome ventaja! ¡No haré ninguna promesa!”

En seguida, Rarity se puso de pie, giró su cabeza indignada y se fue del lugar.

“Oh… así que querían hacer una promesa así…” Dijo Pinkie Pie, viendo alejarse a Rarity y luego mirando a las demás. “Pero si Rarity no lo promete, creo que yo tampoco lo haré.” Terminó de decir Pinkie Pie con una sonrisa y también se alejó brincando.

“Es cierto, ya no sirve de nada hacer una promesa.” Dijo también Rainbow Dash molesta. “Además yo veo a Dusk como un amigo, no lo veo como mi futuro novio o algo así…” Terminó de hablar Rainbow Dash sonrojada. Entonces ella abrió sus alas y salió de allí volando rápidamente.

Finalmente en la mesa solo quedaron Applejack y Fluttershy, que vieron como la estela arcoíris de Rainbow Dash desaparecía entre las nubes, luego ellas bajaron la vista y se miraron entre sí.

“Ahh… supongo que ya no tiene caso.” Dijo con un suspiro Applejack, rascándose la cabeza. “De nada sirve que solo dos de nosotras prometamos algo así, lo mejor será seguir como estamos e intentar no discutir más entre nosotras.”

Luego Applejack se paró, se despidió de Fluttershy y comenzó su camino de vuelta a Sweet Apple Acres, siendo observada por Fluttershy, que siguió sentada donde estaba viendo a su amiga alejarse. Una vez dejó de ver a Applejack, Fluttershy cerró sus ojos, dio un gran suspiro, se tocó su corazón y puso una tierna sonrisa.

“¡Hehe!” Se rio tiernamente Fluttershy. “La verdad es que yo tampoco quería dejar de ver a Dusk.” Dijo para sí misma alegremente, luego se puso de pie y también dejó el Café, para dirigirse hacia su casa en el claro del bosque.

Así fue como los seis ponies partieron en distintas direcciones, sin saber todo lo que el destino les tendría preparado para aquel día, después de todo no por nada aquel día era el solsticio de verano, el día más largo del año, y aquel de verdad sería un largo, largo día.

Fin del capítulo 12
Cinco yeguas muy distintas, pero un mismo sentimiento.

>>>Siguiente capítulo


Si comentas, ¡Gracias! =D eso me motiva a continuar :)
© 2017 - 2024 BigSnusnu
Comments17
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
juanmegasonic's avatar

me imagino como se puso incómodo cuando todas pensaron que ellas encontraron el amor y pinkie pie iba hacer una fiesta para los Díaz pero resultó ser un solo pony que nad menos que dusk shine 😅